miércoles, 11 de noviembre de 2009

Del miedo a la muerte

Morir, dormir, tal vez soñar
W.S.

Hasta hace pocos días decía sin duda alguna que no le temía a la muerte. De cierta manera aún no le temo, pero... Sin duda hay cosas de cosas:

Tengo miedo a una muerte ridícula. A que el avión se caiga y no se salve ni Dios. A que un borracho me arrolle. A que me parta un rayo. A que se caiga un bloque de una construcción y me parta la madre. A que un traqueto haga un tiro al aire y me lo pegue.

No le temo a morir en mi ley, mirándola a los ojos en obscuros callejones o en misiones que me impone el trabajo. No temo a morir mostrándole a una mujer que podría morir por ella. O al donarle un riñón a mi amorosa madre. No temo a morir en duelo, en franca lid, dándole la cara a la muerte y esperándola como los toreros valientes, que quieren hacer el quite pero saben que un día el animal se avisará y volteará la cara y con ella los cuernos.

Dios: que no muera de manera ridícula, que no me cague en los pantalones cuando llegue el momento. Que la parca corte mi hilo con piedad. He vivido mucho e intensamente. He sido lo que he querido: vendedor puerta a puerta, ladronzuelo, amante de una mujer que me mantuvo, deudor moroso, filósofo, escritor, periodista, profesor, poeta, cantante de una banda de heavy, ajedrecista, seminarista, contador de historias... déjame ser también un buen muertito. Uno con un rictus feliz, uno del que digan: "tiene una cara de haberse ido en paz".

Me pregunto: ¿Por qué irme ahora? cuando todo anda tan bien. La respuesta es sencilla ¿Por qué no? Es mejor no darle tiempo a la vida de que se invente una manera de poner zancadilla y que uno se caiga de la cama y se tuerza el cuello. Luego todo el mundo recordará, no sin risas, al hombre que murió al caerse de su lecho. No, no quiero eso. Por eso seguiré pareciendo valiente que a veces es lo mismo que serlo. Como estas líneas parecen medio suicidas, los decepcionaré: quiero la vida, la amo, me aferro a ella, pero eso es porque sé que allí está la pelona, esperando, haciéndome guiños, convirtiendo la vida en un juego interesante y sensual.

martes, 10 de noviembre de 2009

Llueve sobre mojado

Me gustan las ciudades frías, me gusta que llueva, a cántaros, me gusta la neblina y el aire nostálgico. Cuando era niño me encantaban los rayos pero le tenía pánico a los truenos, todavía coservo algo de eso. Supongo que soy más visual que auditivo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Diarios del pasado 8

Cartagena, Las mantenidas sin sueños

"No cuento el vuelto, siempre es de más"

(He mantenido el tono de cuando escribí la primera vez estas líneas, por eso el presente, pero hace ya bastante que vieron la luz)

Hoy ya es viernes y no logro recordar muy bien las peliculas que me vi el lunes, necesito la programación y como ya empaqué maleta (en realidad me la empacaron porque a mí nunca me caben las cosas) entonces no la tengo a mano para acordarme.

Sin embargo, les contaré un par de historias de esta ciudad que por estos días destila cine por todos sus poros.

El otro día salí a caminar por la playa con Y, entonces se nos acercó un hombre de la calle, era blanco, esto tiene alguna importancia porque es raro ver a los blancos pidiendo por estas tierras. Me pidió 500 pesos para pagar una llamada telefónica, le dije que no tenía dinero y el sacó de su bolsillo una moneda de 100 pesos y me la dio. Me dijo: "Yo soy tu way" (escribo así porque así entendí). Luego el hombre se marchó. Pensé que él no era tan pobre como para no tener algo que dar. Todos tenemos algún presente que dar a otro. Pero creemos que nunca nos sobra nada.

Yo no soy excesivamente tacaño y mis amigos saben que pueden contar hasta con el último centavo de mi bolsillo así como yo cuento con el de ellos siempre, lo que no tiene mucha gracia porque para eso están los amigos. Pero, ¿podemos hacer cosas por otros, por desconocidos? Creo que lo puedo hacer, aunque no dar plata, el otro día robé un afiche de una pelicula argentina que un muchacho que acababa de conocer quería. Se lo regalé y estuvo muy contento, yo no entendía su emoción, pero en serio se fue muy agradecido por el gesto.

Me gustaría llegar a ser budista, uno de verdad. Que pueda desear sólo lo que tengo. Pero por ahora estoy en el camino de la búsqueda, que es el más largo. Santa Teresa de Jesús decía que valía más la pena poder rechazar algo, que obtenerlo todo. Yo más o menos ando en eso. Pero es difícil, aquí la gente se embriaga de lo lindo, yo también, el clima no me ayuda mucho y me emborracho rápido. He tenido buenas intenciones, he querido escribir mucho más porque tengo buenas ideas, pero no logro concentrarme. De todas formas me largo mañana para el Parque Tayrona, espero estar en la playa leer un poco y tratar de entender a L. Sí, ya sé que es imposible tratar de comprenderla, más bien, quiero verla desde lejos jugando, siempre jugando.

Algunas veces me siento medio calabaza, me asusta decepcionarla pues no tengo muchas cosas interesantes que decir de un mundo de cosas que ella conoce muy bien. Me gana en filosofía, cine, vivir, drogas, alcohol... es increíble, destila vida por todos los poros. De todas formas no me amedrento, ya tengo el fantasma del hombre Marlboro sobre mi y vivo bien con él.

Además, no me importa estar a su sombra, es bonito callar mientras ella defiende sus ideas en la playa o ante personas que la escuchan con respeto.

He aprendido a conocer a sus amigos. Niños inteligentes, interesantes, creen que se están inventando el mundo, creen que son los primeros que hacen algunas cosas. Muy vitales. Recuerdo cuando tenía 20 años. Era muy diferente, mis diversiones eran mucho más underground que las de ellos que se creen los reyes de lo subterráneo. Aunque es posible que así sea, estas corrientes son diferentes en la clases altas y en las bajas. A mi me tocaron las segundas, fueron buenos tiempos de los que no me siento orgulloso, pero de los que no me arrepiento.

Aprender tanto me marea, ando con la cabeza como una totuma, pero sin duda conociendo mucho más sobre el séptimo arte, sobre términos, sobre como se mueven la gente o como se hace una peli con toda la plata del mundo o sin nada.

Con Y las cosas no estuvieron mal, ella peleó como sabe, pero yo la dejé ser. Al final se fue contenta aunque jurando que nunca la había pasado tan mal. Siempre es lo mismo, le teme a ser feliz, la asusta, se siente traicionando algo, creo que de su pasado.

He tenido buenas y nuevas ideas para la novela. Creo que mi protagonista pasará unos días en la playa. Hace unas noches estuve caminando los sectores de putas, me gustan, quiero hacer algunos retratos de putas y travestis. Ya veremos que pasa.
 
Header Image from Bangbouh @ Flickr