En el cuento se debe decir poco, preferiblemente nada. Como con Hemingway, se debe insinuar más que decir. Habrá que describir una sala, un baile, en donde todo está bien, todo es perfecto. Y sin embargo, en el alma del lector, quedará una sensación de vacío, de inconformidad. No podrá explicar por qué.
El lector debe sentir que pudo escribir eso que lee. Debe tener la impresión de que es fácil.
Los cuentos infantiles deben tener un aire sensual. Los negros, pueril. Los fantásticos, argumentativo...
Un argumentoUn hombre entra en una tienda. Busca una cuchilla de afeitar, pero compra un disco de música popular de Tanzania. El tendero le recomienda la pista tres. Llega intrigado a su casa. El CD no funciona. Regresa molesto a la tienda. Era el último CD que había. El hombre se siente deprimido (esto se debe decir muy sutilmente, sin usar adjetivos, mejor usando un gesto, un suspiro...)Se lleva, en cambio, una cuchilla de afeitar.