martes, 13 de octubre de 2009

Cali, día dos

Ayer probé la lulada: es una mezcla de limonada a la que se le agrega lulo ("Prepare un litro de limonada, y agregue pulpa del lulo despedazada con la mano, agregue a la limonada y continué triturando la pulpa con las manos muy limpias, bata con un molinillo. Agruege hielo picado y disfrute de su lulada, agruege azúcar hasta que le encante").


Lulada


Me quedo en un barrio llamado San Fernando, al norte, bonito, con casas grandes y árboles que dan sombra en los antejardines. Algunos de ellos son de estaciones y parecen enloquecerse sin saber cuándo deberían dejar caer las hojas. Sin otoños ni inviernos se podría decir que son libres de quedarse calvos cuando les de la gana.
Anoche llovió, a cántaros, perros y gatos, una lluvia reparadora, bendita, que invitaba a salir y cantar y bailar debajo de ella. Mientras tanto, en la habitación del hotel me quemaba la fiebre, me resquebrajaba los labios, me invitaba a salir corriendo hacia afuera. Fiebre y lluvia parecían dos amantes que quisieran encontrarse a través de mi cuerpo. Querían jugar destruirse uno al otro en un beso de frescura y ardor. No cedí a la tentación.
Busqué durante más de dos horas un sancocho de gallina en leña, después renuncié y dije: sólo un sancocho de gallina, finalmente pedía sólo sancocho y terminé tomando sopa de pastas. Es raro, en Medellín en cualquier esquina te venden Bandeja Paisa, acá, según me dijo un taxista, sólo los domingos se consigue fácil el sancocho de gallina: "por allá por pance, las familias van y lo preparan a la orilla del río. Hay otros sitios, pero en carretera". El taxista resulto ser un hombre conocedor de comidas típicas y de metederos. Hablamos de la lechona de la mona en el Espinal, del sancocho de doña lola en Jamundí, de la asadura, de la longanisa en Boyacá. "Usted es un viajero de la comida me dijo", me gustó que lo dijera, sobre todo porque venía acompañado de quien les conté ayer.
Hoy, como tengo la tarde libre, iré en busca del Sancocho, será una auténtica cacería. Espero tener suerte, en medio de todo me dedicaré al pandebono, el champús y algunos dulces tradicionales.
Necesito toda la buena energía. Por la noche ver una amiga del alma y tomarme unos buenos tragos al lado de dos amores.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

asd

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