sábado, 2 de mayo de 2009

Paisajes acústicos o encuentros con las fisuras de la sonoridad

Durante la inauguración del Festival de la imagen el público pudo escuchar-mirar el trabajo que el artista Sergí Jordá realiza sobre su reactable; un instrumento (¿?) creado por él que produce sonidos a medida que diferentes formas, colores y estructuras interactúan sobre una pantalla de luz.

Es durante esta presentación que se entiende el difícil e inalienable concepto de no-lugar como espacio en dónde el hombre contemporáneo se ve obligado a confrontarse a través de una mirada ya no regida por el canon, sino por la necesidad de la búsqueda que se justifica en sí misma sin más referentes que lo plausible en la dualidad sonido-imagen, que es al mismo tiempo reflejo de la crisis del sujeto creador que en medio de un espacio no convencional desparametraliza las nociones protocolares del sonido como se entiende en los imaginarios tradicionales.

Por su lado el espectador está allí, atado, tratando, a veces de entender, y otras comprendiendo que no hay que racionalizar cuando se entrega al azar el juego de la creación. El hombre indefenso ante la máquina, como antes ante la naturaleza. Y es ahí que la labor del creador es tomar las riendas, tratar de vencer el ruido y hacer algo con él. Algo que se parezca a… aquí el otro elemento importante de este tipo de producciones, no hay mímesis, no hay referentes, no hay límite y sin límite se llega a la experimentación total, pero también al vacío, a la nada que marea y perplejiza.

1 comentarios:

Isabel Andújar dijo...

Jajajajajaja brillante.

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